El recinto hospitalario de Son Espases, en Palma de Mallorca, se ampliará con la construcción de un búnker para albergar un ciclotrón que permitirá poder fabricar en las Islas Baleares radiofármacos para el diagnóstico PET.
Con una inversión que rondará los doce millones de euros y un plazo de ejecución previsto de tres años, fuentes del IB-Salut explican que este gran proyecto, muy demandado por el servicio de Medicina Nuclear, garantizará la autonomía del hospital en el uso de radiofármacos que hoy les llegan desde la Península para realizar pruebas en el PET-TC.
Desde el IB-Salut explican que el comandante de cada vuelo puede no autorizar el traslado de los viales del radiofármaco que, aunque van altamente protegidos en la bodega del avión, si su vuelo coincide con el de una mascota quedarán en tierra. Tampoco llegarán a su destino si el responsable del vuelo se niega a transportar este tipo de material por ser radiactivo, o si las condiciones meteorológicas no son buenas. Por estas circunstancias, solo el año pasado unos 300 pacientes, algunos de ellos desplazados desde las otras Islas, tuvieron que anular y reprogramar la prueba, generando también retrasos en la agenda para el resto de pacientes.
Asimismo, se podrían beneficiar otros centros de las Islas del ciclotrón de Son Espases, en concreto la Clínica Rotger de Palma y la Clínica del Rosario en Ibiza, que ambas disponen actualmente de un PET-TC y dependen también de los envíos de material de la Península para realizar estas pruebas diagnósticas.
El acelerador de partículas beneficiará además a la comunidad científica de las Islas, ya que permitiría la investigación en nuevas moléculas.